¿Cuáles son las principales áreas deterioradas en las relaciones de pareja que acuden a psicoterapia?
Las siguientes áreas, son las más afectas en estos casos:
a) Comunicación: la transmisión adecuada de emociones positivas y negativas, las habilidades para hacer peticiones, hacer críticas u ofrecer feedback a la pareja sobre su comportamiento, desarrollar un estilo asertivo de comunicación, reducción de la frecuencia de comunicación y de los temas tratados, tener en cuenta el contexto, manejo de la comunicación verbal y no verbal, etc… suelen ser algunos de los temas a trabajar con las parejas.
b) Solución de problemas, acuerdos y desacuerdos: en esta área se suele trabajar estrategias de toma de decisiones, técnicas de solución de problemas y gestión de conflictos, flexibilidad de puntos de vista y mayor comprensión de los objetivos y valores del otro miembro de la pareja.
c) Afectividad e intimidad: es el elemento fundamental que mantiene la pareja unida, además del compromiso y obligaciones familiares. En este ámbito se suele trabajar la manifestación de afecto positivo (cariño, aprecio, apoyo emocional, compartir sentimientos, reconocer aspectos positivos…) y la reducción de las manifestaciones de afectos negativos (críticas, reproches, desprecios, indiferencia…), que suelen estar relacionados con el incumplimiento de las expectativas sobre el otro miembro y que tanto daño hacen a la relación.
d) Estilo afectivo o estilo de apego: en ocasiones las personas desarrollamos diferentes formas de vincularnos a los demás, que pueden ser más o menos compatibles con la de nuestra pareja. Por ello, en psicoterapia se puede evaluar este aspecto y facilitar a la pareja una comprensión de cómo les influye a cada uno y cómo pueden mejorar la compatibilidad en este ámbito. Normalmente, el trabajo con los demás aspectos deteriorados de la relación, suele conllevar una mejora en la compatibilidad de los estilos de apego.
e) Aspectos cognitivos: aquí suele ser necesario trabajar con las creencias sobre la relación, sesgos o errores a la hora de evaluar el comportamiento del otro, expectativas irreales sobre la pareja perfecta, y el modelo de atribución o causalidad que usa cada uno a la hora de interpretar el comportamiento del otro.
f) Sexualidad: las consultas suelen ser sobre la escasa frecuencia/falta de ganas por parte de uno o ambos. Los propios clientes consideran que es una consecuencia del resto de los aspectos deteriorados de la relación. Pero también hay casos en los que los problemas sexuales han generado un distanciamiento progresivo entre ellos, en conjunción con otros factores anteriormente citados. En este caso, los problemas se relacionan con el deseo sexual, diferencias sobre las prácticas sexuales deseadas, la ejecución en sí del acto sexual o la satisfacción con el mismo. Al respecto de esta área, hay que tener en cuenta tanto factores de salud generales, como psicológicos, el estilo de vida y horarios, el uso de sustancias o tratamientos farmacológicos, así como el grado de acuerdo sobre las prácticas deseadas por parte de cada miembro.
Entonces, ¿por dónde empezamos?
Por todo ello cuando una pareja acude a psicoterapia, es necesario que realicemos una evaluación bastante amplia, de forma que identifiquemos las principales áreas deterioradas en la relación y podamos establecer a partir de ahí, conjuntamente con la pareja, unos objetivos de tratamiento satisfactorios y realistas. Además, estos objetivos consensuados se jerarquizan, dando prioridad a unas áreas antes que las otras, que se irán afrontando sucesivamente.
Bibliografía:
– Labrador, F.J (Coord.) (2015) “Intervención Psicológica en terapia de pareja. Evaluación y Tratamiento”. Madrid: Pirámide.
– Levine, A., Heller, R (2011), “Maneras de amar: La nueva ciencia del apego adulto y cómo puede ayudarte a encontrar el amor y conservarlo”. Ediciones Urano.
Irene de Miranda Reynés
Directora IDEM Psicología y Terapia