Cómo es un proceso de psicoterapia en nuestra consulta IDEM Psicología y Terapia
¿Cómo son las sesiones de psicoterapia?
En un artículo de nuestro blog explicamos qué es psicoterapia, ahora explicamos cómo llevamos a cabo el proceso en IDEM.
En nuestro centro las sesiones se realizan entre la Psicóloga Sanitaria y el cliente/s o paciente/s (familia, pareja, etc…).
Las sesiones de psicoterapia son normalmente presenciales en nuestra consulta de psicología en San Lorenzo de El Escorial , que garantiza fácil acceso, confidencialidad y comodidad. Con pacientes individuales y ya en fase de tratamiento, realizamos también terapia on-line, si es necesario y si lo consideramos conveniente, pues no siempre está indicado. No obstante, realizaremos las primeras sesiones en modo presencial, en nuestra consulta. Las sesiones duran unos 55-60 minutos y se realizan una vez a la semana. Es muy importante la puntualidad para no interferir en las sesiones de otros clientes y apagar el móvil al entrar en sesión. En todo caso, los menores de edad deberán acudir acompañados por al menos el padre, la madre o un tutor legal, aunque es posible que no participen en la sesión; se recabará el consentimiento de todos ellos de cara a la evaluación y tratamiento de un menor.
En el caso de terapia de pareja o familiar, la Psicóloga indicará con antelación quién estará presente en la sesión: en ocasiones estarán todos los miembros presentes, y en otros momentos, sólo alguno de ellos. Esto se debe a necesidades de recabar información conjuntamente o por separado durante la evaluación, para trabajar determinados objetivos comunes o particulares durante el tratamiento, o para establecer un seguimiento adecuado a cada miembro de la pareja o unidad familiar. En todo caso, las sesiones durarán 55-60 minutos, salvo que se indique lo contrario a los clientes con antelación.
También se puede realizar psicoterapia en grupo, con personas que tienen en común un problema o necesidad, por lo que es habitual realizar una evaluación previa. Por ejemplo, en IDEM trabajamos con grupos terapéuticos para cuidadores de personas con Alzheimer y otras demencias. Las sesiones de terapia grupal suelen durar entre 1,5 y 2 hrs.
¿De qué se habla en las sesiones?
En general, hablamos sobre el cliente y sus problemas; el cliente puede sacar los temas que le parezcan importantes, aunque el psicoterapeuta velará por que la conversación se centre en el motivo de consulta. De esta forma, intentamos avanzar en la dirección marcada y la consecución de los objetivos terapéuticos acordados, eso así, al ritmo que la persona necesita. Toda la información será tratada con absoluta reserva y confidencialidad, se explicará este aspecto al inicio de la terapia. En ocasiones el psicólogo apunta alguna información especialmente relevante para recoger en la historia clínica: síntomas, avances, resultados de las técnicas, etc…
Algunas personas acuden preocupadas porque no quieren contar determinadas cosas, o tratar determinados temas, que consideran que no están relacionados con el motivo de consulta. Esto es totalmente normal, y se irán tratando los temas que el cliente considere adecuados. El psicoterapeuta preguntará por temas claramente relacionados y otros que no parezcan tan evidentes, pero en todo caso, la persona decide qué contar o cuando contarlo. El psicólogo puede preguntar libremente, y el cliente puede decidir contestar o no, con naturalidad.
En el caso de la terapia de pareja, familiar y grupal, se establecen unas normas como el respeto, no juicio a los demás y confidencialidad absoluta de lo tratado en las sesiones, para poder generar un clima de confianza y colaboración entre los participantes.
¿Cómo es un proceso de psicoterapia?
La psicoterapia tiene varias etapas, aunque no son fijas y dependen de cada caso; en general, seguimos las siguientes fases:
– Evaluación: tomamos unas cuantas sesiones, 3-4 aproximadamente, para conocer bien cuál es el motivo de consulta, definir el problema, determinar cómo le está afectado a la persona y así poder establecer el tratamiento más adecuado. Por ejemplo, no se realiza el mismo tratamiento para los problemas de ansiedad que para los de depresión, y tampoco se hace el mismo tratamiento para todos los trastornos relacionados con la ansiedad. Para ello, se realizan preguntas sobre el motivo de consulta, y es posible que se realicen ejercicios o tareas (registrar información, responder cuestionarios o test), durante la sesión o en casa. Esta información será analizada por nuestra psicoterapeuta para llegar a una hipótesis sobre el origen y mantenimiento del problema.
– Devolución (explicación del problema y tratamiento propuesto): cuando tengamos toda la información necesaria, explicamos al cliente qué es lo que le pasa, cómo se ha desarrollado el problema, por qué se siente así y qué podemos hacer para ayudarle a resolverlo. De esta forma, estableceremos unos objetivos de tratamiento y las técnicas que vamos a trabajar conjuntamente. Al respecto del diagnóstico, muchas personas quieren recibir una etiqueta que les indique “qué trastorno es el que padece”, y lo podemos explicar. Sin embargo, hablar de este aspecto no es fundamental, ya que la Psicóloga establecerá el tratamiento más adecuado en función de la evaluación, aunque no hablemos de etiquetas.
– Tratamiento: iremos tratando cada uno de los objetivos de terapia marcados, utilizando técnicas de modificación de conducta y técnicas cognitivas, avaladas científicamente, y que se explicarán en detalle a la persona, antes de realizarlas. También realizaremos otros ejercicios de carácter más personal, o reflexivo. Algunos ejercicios se harán en sesión y otros en casa. Por lo tanto, el papel del cliente es muy activo durante la terapia, y sin su colaboración es imposible hacer el tratamiento.
– Seguimiento y alta: cuando hayamos tratado todos los objetivos y los síntomas hayan remitido de manera considerable y estable, proponemos una fase de seguimiento si es necesario, donde iremos espaciando las sesiones, por ejemplo cada 15 días o una vez al mes. De esta forma prevenimos las recaídas y afianzamos los cambios. Por fin, acordaremos el momento del alta y así finalizará la terapia.
En general, estas fases son comunes a la terapia individual, de pareja o familia y grupal.
¿Cuánto dura el proceso de psicoterapia?
No hay un número de sesiones fijadas para cada proceso de psicoterapia. En general suele durar entre 6 meses y un año; tras la evaluación del caso podremos dar una indicación al respecto, ya que hay casos que resuelven en menos tiempo. El cliente notará una mejora progresiva en los síntomas y en su funcionamiento cotidiano, pero no de manera inmediata, por lo que necesitamos su compromiso con el proceso.
La duración de las terapias de grupo, es muy variable, ya que depende de los objetivos a tratar. En ocasiones, son procesos cortos que trabajan objetivos muy concretos y en otros, son programas terapéuticos largos y en diferentes fases, que se van complementando de manera continuada en el tiempo, como ocurre en los grupos terapéuticos para cuidadores.
¿Qué enfoque terapéutico seguimos en IDEM Psicología y Terapia?
Existen a su vez diversos enfoques terapéuticos en psicoterapia que parten de distintos modelos de comprender el malestar de las personas: cómo se origina, qué variables intervienen en su mantenimiento y cómo se puede abordar. Por ejemplo, existe el modelo psicoanalítico, el modelo humanista, el cognitivo-conductual y en las últimas décadas se ha desarrollado el enfoque de las llamadas terapias de tercera generación. En IDEM trabajamos desde un enfoque cognitivo-conductual, que hasta la fecha ha obtenido mayor evidencia científica sobre su efectividad para los diversos trastornos, incluso siendo tratamiento de primera elección en algunos casos, frente a tratamientos farmacológicos, por ejemplo. Este enfoque combina dos modelos muy importantes en Psicología basada en la evidencia:
– Psicología conductual: pone el énfasis en las conductas observables, cómo se desarrollan y cómo pueden ser modificadas, utilizando técnicas de modificación de conducta.
– Psicología cognitiva: pone énfasis en los pensamientos y creencias, y cómo afectan al comportamiento, siendo el punto de partida para el cambio en los comportamientos.
Ambos ponen el foco en el alivio de los síntomas de malestar psicológico; explicamos en profundidad las técnicas de evaluación y de tratamiento para que el cliente participe activamente en la toma de decisiones durante el proceso de psicoterapia. Por otro lado, son dos enfoques bastante directivos, por lo que a nosotros nos parece fundamental integrar algo más:
– Psicología humanista: promueve que la persona genere y defina su propio proceso de cambio y desarrollo personal. No aborda directamente los síntomas, sino otros aspectos como la integración de la historia de vida, toma de decisiones, clarificación de los valores y misión personal, etc… En este sentido, respetamos el ritmo terapéutico que cada persona necesita, y trabajamos aquellos aspectos que el cliente considera que le pueden ayudar al cambio deseado, más allá de los factores directamente relacionados con los síntomas, que abordamos con los otros dos modelos presentados.
Lo que es común a todos estos modelos es que necesitan de una relación entre cliente y psicoterapeuta basada en la colaboración y confianza, y que promueven cambios en conductas y pensamientos de acuerdo a los valores y objetivos del propio cliente. La psicoterapia supone a menudo, además de la mejora de los síntomas motivo de consulta, un proceso de crecimiento personal muy valorado por las personas que, llegado el caso, acuden a nuestra consulta.
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