El próximo día 1 de octubre se celebra el día internacional de la persona mayor. Uno de los temas que nos puede preocupar es el mal trato que en ocasiones reciben nuestros mayores. Hasta tal punto preocupa desde hace décadas que en 1973 La Asamblea General de la ONU llamó la atención sobre la necesidad de proteger los derechos y el bienestar de las personas de edad. Más tarde, en 1991 adoptó la resolución 46/91 “Ejecución del Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento y actividades conexas”, 16 de diciembre de 1991, desarrollando los Principios de las Naciones Unidas a favor de las Personas de Edad. Proponen 5 principios de buen trato, con sus respectivas recomendaciones: Principio de Independencia, Principio de Participación, Principio de Cuidados, Principio de Autorrealización y Principio de Dignidad.

Según el Observatorio de Buen Trato a las Personas Mayores, creado en 2011 por la Sociedad  Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), los motivos por los que los mayores pueden recibir un mal trato en el día a día son variados, pero fundamentalmente se deben a la forma en que profesionales, cuidadores familiares y no familiares los perciben.

En nuestra sociedad se ha identificado la vejez como una etapa de deterioro, pese a que existen visiones más optimistas y realistas de las personas mayores, entendiendo que se trata de un periodo más dentro del ciclo vital con sus aspectos positivos y negativos. En general, cuesta definir qué es la vejez y no existe un consenso total acerca del término. Podemos entender que envejecer en la creciente incapacidad, asociada a la edad, para realizar las mismas actividades que la persona realizaba antes, con una menor capacidad de adaptación a los cambios y un deterioro gradual de la condición física, aún en ausencia de enfermedades físicas. Esa visión del envejecimiento justifica multitud de estereotipos hacia las personas mayores, como que en general están enfermas o deprimidas, que no hacen las cosas porque no se esfuerzan lo suficiente, tienen mal humor o son difíciles de tratar. Muy lejos de la realidad, ya que la mayoría de las personas mayores se encuentran sanas, llevan una vida plena y mantienen una papel activo y positivo en sus familias y en la sociedad en general. Son un colectivo con la misma diversidad que podemos encontrar en otros grupos de edad.

Otro de los motivos identificados que pueden llevar al mal trato a la persona mayor es la sobrecarga que provoca su cuidado habitual, tanto en entornos profesionales como familiares. Por ello, se ha ido generando una creciente profesionalización del cuidador profesional, con una adecuación de las habilidades y conocimientos necesarios para su labor, bien en apoyo domiciliario, como en instituciones sociosanitarias.

DECÁLOGO DE BUEN TRATO A LAS PERSONAS MAYORES

La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología publica este decálogo, tras crear el Observatorio para el Buen Trato a las Personas Mayores:

  1. Respetar, por derecho y con deberes, sin discriminación por razón de edad, de enfermedad, dependencia o discapacidad, ideología, nivel cultural o económico, creencias religiosas o lugar de residencia, desde el respeto y la protección a situaciones de especial vulnerabilidad.
  2. Respetar los principios de bioética:
  • No maleficencia: no provocar daño, respetar la integridad física y psicológica.
  • Justicia: reparto equitativo, evitar la segregación, la discriminación y la marginación.
  • Autonomía: mantener la capacidad de tomar las decisiones propias.
  • Beneficencia: hacer el bien, siempre en relación con el principio de autonomía.
  1. Garantizar el bienestar y la calidad de vida en todas sus dimensiones.
  2. Informar, comunicar, valorar, dar sentido y valor a lo que la persona mayor nos dice, asegurar que nos ha comprendido, a su vez.
  3. Preservar la identidad y dignidad personales, respetar su opinión, costumbres, sus decisiones.
  4. Adaptar y reforzar, motivar a la persona mayor para realizar las actividades por sí mismo.
  5. Formar, animar a aprender, promoción del envejecimiento activo y saludable.
  6. Proporcionar acompañamiento y presencia, evitando el aislamiento de la persona mayor.
  7. Facilitar el acceso a las nuevas Tecnologías, teniendo en cuenta sus necesidades, posibles dificultades sensoriales, de acceso y utilización.
  8. Pedir ayuda, evitando la sobrecarga antes de llegar a dar un mal trato a la persona mayor.

Es importante que los que trabajamos en el entorno sociosanitario reflexionemos en qué medida debemos integrar estos principios en nuestro trabajo diario. Igualmente, en nuestras familias, reflexionemos en qué medida seguimos estos principios de buen trato.

Fuentes recomendadas:

Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG)

Trato a las personas mayores Organización Mundial de la Salud

Decálogo del buen trato al mayor, de la SEGG

Irene de Miranda Reynés
Psicóloga Sanitaria
Directora IDEM Psicología